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Esta es una de las cosas sobre las que el Hombre pensaba que lo sabía todo, y por tal razón nunca se tomó la molestia de investigar. No obstante, esta, de entre todas las cosas, es la que le causó más dificultades. El Hombre lo había explicado todo a su satisfacción, pero esa explicación no reducía la cantidad de dificultades procedentes de la sensación de “tener que irse”.
Por ejemplo, el Hombre se ha desesperado con el elevado porcentaje de divorcios, los frecuentes reemplazos en las fábricas, el malestar laboral y muchos otros elementos, todos ellos procedentes de la misma fuente: las partidas repentinas o las partidas graduales.
Vemos que una persona con un buen trabajo, que probablemente no conseguirá otro mejor, súbitamente decide irse, y se va. Vemos que una esposa, con un marido y una familia perfectamente buenos, se va y lo deja todo. Vemos que un marido, con una esposa guapa y atractiva, rompe la
El Hombre se explicaba esto diciéndose que se le habían hecho cosas que no toleraba, y que por tal motivo se tenía que ir. Pero si esta fuera la explicación, todo lo que tendría que hacer el hombre sería que las condiciones de trabajo, las relaciones conyugales, los trabajos, los programas de formación y demás, fueran excelentes, y el problema quedaría resuelto. Pero, por el contrario, un examen cuidadoso de las condiciones de trabajo y las relaciones conyugales demuestra que mejorar las condiciones, con frecuencia empeora la cantidad de vuelos. Es probable que las mejores condiciones de trabajo en el mundo las lograra el Sr.
Uno puede tratar a las personas tan bien que lleguen a avergonzarse de sí mismas (sabiendo que no lo merecen) y se precipite un vuelo. Y sin duda se les puede tratar tan mal, que su única opción sea irse. Pero estas son condiciones extremas, y entre ellas se encuentran la mayoría de las partidas: la esposa se esfuerza al máximo para hacer que su matrimonio tenga éxito, y su marido se aleja tras las huellas de una fulana. El gerente se esfuerza por mantener las cosas en marcha, y el trabajador se va. Estas situaciones que no se explican trastornan las organizaciones y las vidas, y ya es hora de que las entendamos.
LAS PERSONAS SE VAN DEBIDO A SUS PROPIOS ACTOS HOSTILES Y OCULTACIONES.
Ese es el hecho objetivo y la regla inalterable.
Casi cualquiera, sin importar su posición, puede remediar una situación, sin importar lo que esté mal, si realmente lo desea. Cuando la persona ya no quiere remediarla, sus propios actos hostiles y ocultaciones en contra de las demás personas implicadas en la situación han reducido su propia capacidad para hacerse responsable de ello. En consecuencia, no remedia la situación. La partida es la única respuesta obvia. Para justificar la partida, la persona que vuela imagina cosas que se le han hecho en un esfuerzo por minimizar el acto hostil degradando a aquellos contra los que lo hizo. El mecanismo implicado es muy sencillo.
Es una irresponsabilidad por nuestra parte, ahora que sabemos esto, permitir tanta irresponsabilidad. Cuando una persona amenaza con abandonar una ciudad, un puesto, un trabajo o un programa de formación, la única cosa amable que se puede hacer es sacar los actos hostiles y las ocultaciones de esa persona. Hacer menos, causa que la persona se vaya con la sensación de que se le ha degradado y se le ha dañado.
Es asombroso qué actos hostiles triviales causarán que una persona vuele. En una ocasión se detuvo a un miembro del personal justo antes de que volara, y se descubrió que el acto hostil original en contra de la organización fue que no la había defendido cuando un criminal habló mal de ella. Al hecho de no haberla defendido, se acumularon más y más actos hostiles y ocultaciones, como no transmitir mensajes, no completar tareas, hasta que al final esto degradó tanto a la persona que la llevó a robar algo sin valor. Este robo causó que la persona creyera que sería mejor irse.
Es un comentario más bien noble sobre el Hombre decir que cuando una persona se encuentra a sí misma siendo incapaz (según cree) de refrenarse de dañar a un benefactor, lo defenderá yéndose. Esta es la verdadera causa de los vuelos. Si mejoráramos las condiciones de trabajo de una persona a la luz de esto, veríamos que sólo habríamos amplificado sus actos hostiles y nos habríamos asegurado de que se fuera. Si castigamos, podemos reducir el valor del benefactor un poco y así reducir el valor del acto hostil. Pero ni la mejora ni el castigo son la respuesta. La respuesta está en Scientology y en usar los procedimientos de Scientology para elevar a la persona a un nivel alto de responsabilidad en el que pueda tomar un trabajo o puesto y llevarlo a cabo sin todo ese abracadabra extraño
La cabeza de quien tiene una mala consciencia no descansa tranquila. Limpia su conciencia y tendrás una persona mejor.
los métodos de aplicación de un arte o ciencia, a diferencia del mero conocimiento de la ciencia o arte en sí. En Scientology, el término tecnología se refiere a los métodos de aplicación de los principios de Scientology para mejorar las funciones de la mente y rehabilitar los potenciales del espíritu, desarrollados por L. Ronald Hubbard.
amor, gusto o cualquier otra actitud emocional; el grado de afecto. La definición básica de afinidad es la consideración de distancia, ya sea buena o mala.
Milton Hershey (1857–1945), hombre de negocios y filántropo estadounidense que fundó la empresa que llegó a ser la fábrica de chocolate más grande del mundo. En 1903 Hershey construyó una fábrica en Pensilvania para producir barras de chocolate de cinco centavos; el negocio prosperó tanto que “Hershey” se convirtió prácticamente un sinónimo de chocolate en Estados Unidos. Para mantener su constante necesidad en expansión de conseguir personal confiable, empezó a construir todo un pueblo cerca de la fábrica, en el que había tiendas, escuelas, instalaciones recreativas y un gran parque de diversiones. En 1909 construyó una escuela de oficios para huérfanos. A menudo se criticó a Hershey por su paternalismo y por tener una “ciudad-compañía”.